viernes, 23 de febrero de 2018

¿A quién se le ocurre fotografiar a estas horas?

Una mala hora transforma el acto fotográfico en un bodrio. Duele observar muchas de las fotografías que perpretran turistas y domingueros en las horas más inclementes del día. No se deben dejar pasar los instantes más o menos decisivos. Pero cuando la luz es fea de cojones es mejor tomarse un aperitivo y esperar a que la iluminación sea interesante.