viernes, 28 de diciembre de 2012

Emilio Cárcel Torres

Se me hace díficil imaginar a lomos de mi primo Emilio. Apenas un metro sensenta y menos de 60 kilos. Ahora un feliz jubilado que espera que la salud le respete y los fachas que mandan no le jodan mucho la pensión. Aunque se encuentra bastante en forma con la bici, no creo que pudiera con mi metro noventa y noventa  y tantos kilos. Así son las cosas. A veces los niños crecen demasiado. Supongo que para el todovía soy ese primito frágil y desvalido.