viernes, 30 de noviembre de 2012

Un hombre y una mujer

Barcelona, 1953

El fotógrafo les pidió que esbozaran una sonrisa y fijase su vista en el infinito. Los modelos hicieron lo que pudieron y la foto quedó bastante bien. El noviazgo de mis padres duró varios años. Los siete primeros años de su matrimonio los pasaron en el Raval. Vivian realquilados con unos ancianos de Camporrobles, el pueblo natal de mi padre. Yo nací en el Hospital de San Pablo y viví en la calle Reina Amalia hasta los 3 años. Recuerdo vagamente las ruinas de un edificio cercano destruido por la aviación franquista durante la guerra civil. Durante muchos años su vida fue economicamente muy difícil. Pero salieron adelante con salud, amor y trabajo. La salud de mi padre se colapsó a finales de 1991 y ahí acabó su matrimonio.