miércoles, 22 de agosto de 2012

Patas arriba

"Hoy no me puedo levantar" canturreaba el escarabajo. El coleóptero seguramente apenas conocía la canción de Mecano, ni la narración de Kafka. Pero su instinto le decía que aquel malestar presagiaba una tragedia. Y así fue. A pesar de su enorme corpachón y de su amenazante sombra, laboriosas hormigas acabaron devorándolo.