martes, 3 de abril de 2012

La alfombra mágica

Para variar la encontré abandonada junto a dos contendedores de basura. Enrollada era particularmente esbelta. Me dije,  hoy es mi día de suerte. No es fácil encontrar una alfombra mágica. Me hubiera gustado más volar en un Zepelin, pero en esta época de crisis y recortes acepté la oferta. En las alturas pasé mucho frío. De poco me sirvió una chaqueta de Gore-Tex comprada en las rebajas de Decathlon. Pero valió la pena pasearse por unas horas por la Barcelona de mi juventud. Hace treinta años todavía teníamos ilusiones, y la crisis arañaba pero no mordía. Por entonces el pasado franquista pesaba demasiado. Pero entendíamos que era un dinosaurio agónico. Ahora los neoliberales son soberbios e implacables como nazis. Ahora nuestra esperanza está en el UVI. Necesitamos con urgencias alfombras y flautas mágicas, lámparas de Aladino, lobitos buenos, brujas hermosas y piratas honrados que nos ayuden a salir de este infierno. Gracias Jose Agustín Goytisolo.