El desmantelamiento de la sanidad pública catalana está dando lugar a diversas repercusiones. Particularmente indignante es la de los chacales de los seguros privados sanitarios. Muchos de sus jefes están trabajando para que se cierren servicios sanitarios. Dios los cría y el diablo los junta. Las pólizas están sobre los 50 euros para los jóvenes sanos y sobre los 100 euros para los sesentones. Además hay copago. Para los ancianos ya no hay servicio. Malditos bastardos.
