domingo, 21 de agosto de 2011

La nube justiciera

Quisiera ser una nube. Tanto me da ser un Cúmulo, un Estrato, o un Cirro. Pero si pudiera elegir desearía ser un Nimbo, su capacidad de formar precipitaciones me daría cierto poder para aguar la fiesta a más de uno, para regar los campos que más lo necesitan y para acabar con este desierto de injustos recortes que estamos atravesando en este irregular verano. Nunca le hubiese aguado la fiesta a Santidad el Papa y a sus seguidores. Pero hubiese descargado una buena granizada contra los polis que reprimían violentamente las protestas laicas. Creo que si los católicos pueden montar un circo, los descreídos tienen derecho a montar un Belén o varios. Al señor Boi Ruiz y sus secuaces me gustaría montarles una gran tormenta cada vez que cierran un centro sanitario o dejan sin cubrir servicios básicos. No soy partidario de la violencia. Pero en esta ocasión lanzaría rayos con tecnología de misiles de alta precisión. Pero no soy más que una rama de un árbol centenario que trata de buscar la libertad mirando al cielo.