sábado, 18 de junio de 2011

Impacto súbito

Un impacto súbito me arrancó la barra de pan integral de mi brazo izquierdo. Instantes después una ciclista dominguera se disculpaba con un “lo siento” por circular torpemente cuesta abajo por una empinada calle de menos de dos metros. A un amigo mío le pasó algo parecido pero mucho más grave. Un ciclista arrolló a su hija de cinco años. Además el tipejo descerebrado les insultó. Hay demasiados percances y la guardia urbana mira para otro lado.

Podría haber sido peor. Tal vez el deterioro de algún objeto más o menos valioso, Mejor no pensar en una lesión en extremidades, tronco, espalda o cabeza. En fin que les han dado cuerda con el tema del deporte y la ecología y muchos ciclistas han hecho suya la frase de Manuel Fraga “La calle es mía.” Soy exciclista. Entre otras cosas me ocojonan los coches. Pero como peatón les tengo más miedo a los ciclistas que a los “grises” del franquismo o a los Mossos de la Plaza Catalunya de Barcelona.