jueves, 22 de abril de 2010

La frenología y sus glorias

Mariano CUBÍ, (1853): La frenología y sus glorias

En nuestra investigación tratamos de buscar referencias a la fotografía en libros de carácter técnico, científico y pseudocientífico. Para ello hemos consultado docenas de obras científicas y pseudocientíficas, publicadas en el siglo XIX y a principios del siglo XX. Los resultados son muy parcos. Empero, nos recompensa haber localizado este curioso texto del frenólogo Mariano Cubí y Soler (1801-1875), dedicado al inventor del daguerrotipo. Cubí compara a Daguerre con Cristobal Colón y con Isaac Newton. Fiel a su doctrina frenológica Cubí relaciona el tamaño de la frente y de los ojos de Daguerre, con su inteligencia y su interés por las cuestiones visuales:
“El alma de este hombre distinguido, tuvo idea, concepción, conocimiento, antes que ninguna sensación la produjese, de los efectos que podía producir la luz aplicada de cierta manera, i obrando sobre ciertos objetos; como la tuvo Colón de la ecsistencia del Nuevo Mundo, o Newton de las leyes de la atracción. Ello no hai duda que todo es gradual, todo resultado, todo deducción; que si otros hombres no hubiesen preparado el terreno, los descubrimientos de Daguerre, de Colón ni de Newton, no habrían ecsistido, pero esto no quita, ni en nada impide, que antes que el daguerrotipo fuese una verdad impresionativa para nosotros, fuese ya una verdad puramente ideal para Daguerre. Por lo demás, basta contemplar el retrato de este hombre verdaderamente notable, para ver la correspondencia de su genio con el desarrollo de sus órganos de las facultades de conocimiento físico. La línea inferior i media de la frente de Daguerre es inmensa, como debía serlo, para haberse dedicado con una especie de frenético entusiasmo a los estudios que le ocuparon, i para haber hecho los brillantes descubrimientos que han inmortalizado su nombre. En él la visualitividad, en su parte perceptiva i conceptiva, era inmensa, e inmenso debía ser pues, el desarrollo de su órgano, pero como ya dije, lección 29, Página 434, no hai medios de observarlo externamente.” (Mariano CUBÍ, 1853, La frenología y sus glorias, 534)