viernes, 5 de marzo de 2010

5 minutos de fama

Sobre salir en la tele jugando contra un Gran Maestro

GM=1 minuto, JM Torres=3 minutos

Hay días en que uno no necesita ni ducharse, ni lavarse los dientes, ni tomar un café con leche para despejarse y sentirse bien.¿Qué mejor terapia que hacia las 7 de la mañana un programa infantil trate del ajedrez y salga el tablero de ajedrez gigante de la plaza Ángel Pestaña con los miembros del colectivo “Jaque al Rey”, un montón de niños y el GM Miguel Illescas?

Jugar contra un Gran Maestro impresiona. Me sentía como el caballero medieval que jugaba una partida de ajedrez con la muerte en El Séptimo Sello, o como el astronauta que jugaba contra la computadora en 2001, una odisea en el espacio. Por una parte te sientes eufórico. Por otra bloqueado. Jugaba como un autómata. Esperando que me llegará el palo por cualquier parte. Cuando la diferencia de nivel es tan grande juegas cohibido, el miedo te puede. Afortunadamente era una partida de café. Illescas es un tipo extrovertido e ingenioso. Sus comentarios y su sentido del humor son casi mejor que su juego. Eso hizo que me desinhibiera, intentara atacarle y me defendiera con precisión. Pero el tiempo es ese gran enemigo invisible de las partidas rápidas. Al final ganó el mejor, mis más cordiales felicitaciones. Hay derrotas que saben a gloria. Todos tenemos derecho a nuestros cinco minutos de fama en la televisión. Los míos ya pasaron y los disfruté a tope. Afortunadamente trataron de una de las cosas que más me distrae; las partidas amistosas de ajedrez.

No se puede pedir más. Ahora ya no me importa la crisis financiera, ni el terrorismo, ni el paro, ni el Euribor, ni los achaques de la madurez. Me siento eufórico y dopado. Pero no se por cuanto tiempo.