lunes, 1 de febrero de 2010

Norma Jean Dougherty/Marilyn Monroe, Modelo fotográfica



NORMA JEAN DOUGHERTY/MARILYN MONROE, MODELO FOTOGRAFICA

I. Introducción y bibliografía comentada

En este trabajo estudiaremos las relaciones entre Marilyn Monroe y la fotografía. Empece a interesarme por el tema tras la lectura del libro de Eve Arnold, Marilyn Monroe, Un homenaje de Eve Arnold, Mondadori, Verona, 1987, 143 páginas y 72 fotografías. Se trata de una aproximación a Marilyn vista por una fotógrafa. La lectura del libro me fascinó y pensé que merecía la pena realizar una pequeña aproximación a la figura de Norma Jean Dougherty (1926-1962) como modelo fotográfica.

El trabajo de Arnold comenta ampliamente las cualidades de Marilyn como modelo. La señora Arnold trabajaba para la agencia Magnun, y durante diez años realizó media docena de reportajes sobre Marilyn.
Recursos fotogénicos; Según Eve Arnold los recursos fotogénicos más importantes de Marilyn fueron los siguientes;
*- Utilizaba vestidos una talla más pequeños.
*- Tenía una rara habilidad para maquillarse.
*- Su forma de andar, y en especial su forma de mover las caderas, era muy sensual y personal.
*- Sus cabellos teñidos mejoraron su imagen.
*- La blancura de su piel llamaba profundamente la atención.
*- "Posar era un juego que Marilyn jugaba con abandono y deleite, atrayendo en él al otro jugador, el fotógrafo, con una presión silenciosa pero cada vez más sobrenatural. No se decía ni una palabra, pero ella establecía la conexión, con una débil hebra que el fotógrafo agarraba ansioso, un cordón umbilical que era sensible, silencioso y resistente " (ARNOLD, 1987, 28.)

*- Nunca dejaba de ser Marilyn, el fotógrafo no podía manipularla, "lo interesante en sus fotos es que, por mucho que el fotógrafo intentara utilizarla según su propia personalidad y estilo, siempre es ella la que se impone para tener la última palabra. Incluso en las fotos de Avedon, con su pesado despliegue de accesorios teatrales, ropajes y decorados, Marilyn no se ahoga en ellos, sino que sobresale como el personaje proyectado,-Marlene o quien sea-; pero la imagen sigue siendo incuestionablemente la de Marilyn" (ARNOLD, 1987, 33)

*-"Marilyn lo hacia todo: el fotógrafo sólo tenía que ocuparse del ángulo más apropiado, el juego de luces y las necesidades técnicas. Marilyn se dirigía a si misma. A veces yo le decía lo que quería, pero normalmente sólo bastaba una indicación; Marilyn tenía todo el control estableciendo el estilo y la pauta, y yo lo seguía, rezando solamente para que mis reflejos fueran lo bastante rápidos como para acomodarme a sus cabriolas y sus gracias. También tenía un enorme sentido del juego, un delicioso sentido de la diversión que era a la vez irreverente y esquivo. Era divertido contemplarla y seguirla adonde fuera" (ARNOLD, 1987, 44)
*- Marilyn tenía la virtud de estar siempre preparada para ser fotografiada. Nunca la pillaban desprevenida. Siempre sabía donde estaba el fotógrafo. "Para Marilyn cada encuentro era una actuación. Y esto era especialmente cierto para la prensa y los fotógrafos. Siempre ansiosa de que su imagen resultara fresca y original, era capaz de agotarse, nunca se retraía, nunca aprendió a reservarse" ( ARNOLD, 1987, .24)

Defectos:
*- Siempre llegaba tarde a veces no llegaba.
*- Tardaba mucho tiempo en maquillarse.
*- Su forma de controlar las fotos, exigiendo siempre que quedara maravillosa, ocasionaba grandes males de cabeza a los fotógrafos y editores.

Consulté con detenimiento la obra de Norman Mailer, Marilyn Una biografia. Mondadori, Milán, 1973. A decir verdad, el libro de Mailer fue una idea del fotógrafo Larry Schiller, y pretendía mostrar una antología de las mejores fotografías que le tomaron. El libro tiene un claro carácter comercial, y está concebido para un público muy general. De esta forma, los comentarios sobre cuestiones fotográficas no son demasiados, aunque sí importantes.

Leí con especial aprovechamiento la obra de W. J. Weatherby, Conversaciones con Marilyn, Gedisa, Barcelona 1978.

Me resultó muy provechosa la lectura de la obra de Truman Capote, Música para Camaleones, Ed. Bruguera, Barcelona, 1984, una de cuyos capítulos está dedicado a rememorar las relaciones que mantuvieron Capote y Monroe. También he consultado la obra de Richard S. Moore, Marilyn Monroe. Su vida sus amores y su muerte. Ed. Gaviota. Barcelona. 1987. Obra un tanto sensacionalista, pero que aporta alguna documentación interesante. Con esta información, la memoria visual de haber visto la mayoría de sus películas y de haber leído algún que otro artículo sobre el tema, me enfrasqué en la redacción del presente trabajo.

Antes de continuar debo señalar que me han interesado especialmente los libros de Capote y de Arnold. Ambos autores, dan a entender como, a pesar de no sentirse atraídos sexualmente por Marilyn, demuestran una especial fascinación por Marilyn.

II. Algunos secretos de su fotogenia y de su sensualidad

Voy a pasar de explicaciones biográficas por todos conocidas. Sin embargo creo necesario plantear lo siguiente:

- En verdad, era una mujer muy atractiva. Aunque, tal como señala Nestor Almendros, su rostro tenía defectos, y de no ser por su extraordinaria personalidad hubiera sido una muchacha más bien vulgar.

- Desde muy joven supo despertar el interés de los hombres con su coquetería.

- Sin duda era una exhibicionista, al menos para la época.

- Siendo una niña, ya le fascinaba el cine y su entorno. Estaba al tanto de las películas y de las revistas cinematográficas. De esta forma, aprendió a adoptar poses que más tarde utilizaría ante la cámara.

- De todas formas, su fotogenia es básicamente intuitiva.

- A pesar de ser bella por naturaleza, la imagen de Marilyn Monroe resulta un tanto prefabricada. En los comienzos de su carrera cinematográfica decide teñirse de rubio. En 1950 se opera: "Le quitaron una pequeña excrecencia que tenía en la punta de la nariz y que el maquillaje disimulaba, injertándole también un trozo de cartílago en la barbilla para dar a su perfil un corte mas enérgico" (Richard S. Moore, 1987, 114-115)

-Ante todo, Marilyn fue una mujer extremadamente sensual. Como ejemplo podemos transcribir la experiencia que sintió Clark Gable al ser besado por Marilyn; "Un buen Whisky es como un beso de Marilyn Monroe. Ardiente y suave de entrada, un terciopelo que quema, un fuego húmedo. Se apodera de la boca y uno descubre la felicidad de tener paladar. Uno desea que no termine nunca y al mismo tiempo quiere acabar para volver a empezar. Es prudente tomarlo con un poco de hielo. Hay placeres que matan. Marilyn era uno. El whisky otro". (citado por C. Bertolo, El Beso de Marilyn, en Casa Vogue, Madrid, sept. 1990, . 136)

III. Marylin y los fotógrafos

A continuación vamos a trazar un relato cronológico de las relaciones de Marilyn con los fotógrafos que más influyeron en su carrera.

III.1.- David Conover
En 1944, es elegida como modelo por David Conover, un fotógrafo de la Armada. "La misión que a Conover le asigna la revista Yank es mostrar a una chica joven desempeñando tareas bélicas... Norma Jean ha encontrado el primer foco de su vida, y éste está en la lente de una cámara. Tiene mucho que aprender de cómo posar para una cámara, pero no tiene que aprender cómo posar. Ya ha aprendido lo que un centenar de ligeros movimientos de su figura provocan en obreros, militares, marinos, conductores de camiones, marines. Sabe cómo ofrecer el contenido regalo de una sonrisa...ella se convierte en artista cuando adopta una pose: ella pinta la imagen en la cámara, y pocos serán los fotógrafos que no le rindan homenaje. Por el momento, sin embargo, a Conover debe haberle bastado encontar una modelo prometedora en este tan poco prometedor trabajo, y traspuso los límites de lo que se pedía, haciéndola posar con jerseys, utilizando película color, pidiéndole el número de teléfono. La carrera de ella había comenzado: las publicaciones Click, Peek, See, Salute, Laff y Sir se aprestaban para recibirla. Un amigo de Conover llamado Potter Hueth vio la pruebas de contacto de Yank y se entusiasmó tanto que la hizo posar varias veces por semana después del trabajo, quedando tan satisfecho con los resultados que en reconocimiento -ella estaba trabajando ad-honorem- le concertó una cita con Emmeline Snively, de la agencia de modelos Blue Book".( MAILER, 1973, 51-52)
"El primer paso hacia la fama está muy cerca. Una revista, <> se decidió a publicar unas fotografías de las mujeres que trabajaban para la guerra. Eligió la Radio Plane, sin más motivo que la publicidad para la guerra.
Pero detrás de cada fotógrafo profesional hay un lince. Y más en los Estados Unidos que en parte alguna, donde la figura y el cuerpo de la mujer juegan un papel determinante, en revistas y publicaciones así como en las películas.
David Conover era uno de ellos.
Empezó a hacer su trabajo, fotografiando las salas de trabajo y a las mujeres que estaban allí. hasta que tropezó con Norman Jean. No tuvo más que mirarla para comprender que acababa de encontrar un <>.
Es curioso que muchos biógrafos hayan coincidido al decir que para Marilyn, el objetivo de la máquina se confundía con el ojo de un hombre. Y ella sabía perfectamente cómo la miraban los hombres y qué ardites, qué posturas, qué gestos tenía que hacer para despertar los sentimientos deseados. Se ha hablado mucho del narcisismo de Marilyn. En realidad, narcisismo y feminidad corren parejos. La sociedad ha empujado a la mujer, desde siempre, a hacer un arma de sus encantos. Espejo y narcisismo son inseparables. Durante algún tiempo, el varón se dejó llevar por el narcisismo tan fuerte como el de las damas, pero pareció abandonarlo a principios del siglo XIX.
Hoy, la tendencia reinante de lo <> parece haber borrado las líneas directrices de un narcisismo que, no obstante, se oculta, ya que nada, ni nadie puede hacerlo desaparecer, tras el <>, los pantalones tejanos, el descuido en el vestir que han adoptado ellas y ellos.
Para Marilyn, el narcisismo era la natural <> de lo que la Naturaleza le había dado. Comprendía su <> de mujer, quizás algo elementalmente, basando su atracción al menos hasta que fue célebre, en sus propios tesoros anatómicos, anclada en un papel de hembra, pero manteniendo únicamente encendida la llama de un deseo <>" ( MOORE, 1987, 71-72-73)

"Cuando las fotos de Norma Jean aparecieron, los soldados que recibieron la revista bramaron de entusiasmo. Ya sabes que el soldado americano no vive, en campaña. o en paz, de alimentos, armas y chicle. Necesita ese alimento <> llamado <>.
Una <> es una muchacha joven y bella, lo suficientemente desvestida( mejor si ofrece su desnudo ) capaz de despertar <> entre la tropa.
Tanques, camiones, aviones, submarinos, buques, trincheras y posiciones, todos ellos americanos, estuvieron sembrados de fotos atractivas. Nosotros, europeos, ignoramos en qué sentido puede elevar la moral de un soldado la vista de una <>. Misterios de la estrategia del Pentágono...
Pero Norma Jean poseía, mucho mejor que otras, las cualidades que califican a una <>. De ello se dieron cuenta cuantos fotógrafos la enfocaron con sus objetivos" (MOORE, 1987, 74-75)

Según Emmeline Snively, Marilyn fue una alumna ejemplar:
"Era la más tenaz de todas las modelos que tuve a mi cargo. Nunca faltaba a una clase. Tenía confianza en sí misma. Abandonó el trabajo en la fábrica sin otra cosa que su confianza y mi fe en ella. Hacia cosas que nunca he visto hacer a otras modelos. Estudiaba cada placa que le tomaban los fotógrafos. Quiero decir que se las llevaba a casa y las estudiaba durante horas. Luego regresaba y le preguntaba al fotógrafo; 'Qué es lo que he hecho mal en esta foto', o bien:'¿Por qué ésta no ha salido mejor?' Ellos se lo explicaban y ella nunca repetía el error..." ( MAILER 1973, 53)

III. 2.- André de Dienes

André de Dienes (1913-1985), un fotógrafo de origen húngaro, contactó con Marilyn a través de la agencia de Emmeline Snively. De Dienes se llevó a Marilyn en un viaje de un mes por el Oeste americano. De Dienes intentó sin conseguirlo, fotografiarla desnuda. En cambio consiguió tomarle buenas fotos con el desierto norteamericano como fondo. El viaje acabó en romance. Pero cuando finalizó, acabaron separándose. Sin embargo, continuaron manteniendo una buena amistad y esporádicas relaciones profesionales. Al igual que Conover, de Dienes no dudó en utilizar las caras y lentas emulsiones en color de la época para fotografiar a Norma Jean. Las imágenes que captó de Dienes nos presenta a una Marilyn muy joven que aún no se ha teñido el cabello (lo hará en 1946), su apariencia es mucho más natural que la su imagen superior. Sin duda se trata de una muy buena modelo, que consigue ser portada en varias revistas. Pero no posee todavía la sotisficada imagen que conseguiría al metamorfosearse en Marilyn Monroe.

III.3.- Tom Kelley

Marilyn conoció y trabajó para el fotógrafo Tom Kelley en 1947 cuando sus asuntos cinematográficos no funcionaban bien. Poco después, Marilyn tuvo nuevamente problemas económicos, Tom Kelly le propuso que posara desnuda para las fotos del famoso calendario de 1949 "Mis Sueños Dorados".
"Aunque con algunos escrúpulos- por lo que tal decisión podía tener para su carrera artística- Marilyn accedió y cobró por las fotos la insignificante cantidad de cincuenta dólares. Tampoco ganó mucho Tom Kelly, a quien las circunstancias económicas le obligaron a vender los dos mejores negativos por una miseria
Tal es el origen del famoso calendario de desnudos de Marilyn, que proporcionaría más tarde, a sus afortunados poseedores, una verdadera fortuna, calculada en millones de dólares.
Marilyn intentó, por todos los medios, recuperar más tarde la totalidad de los negativos, especialmente algunos en los que el desnudo era completo por estar al descubierto el pubis.
Parece ser que consiguió, sólo en parte, su propósito, y ofreció a su segundo marido, como regalo de boda dichas fotos.
No obstante, el mejor de los negativos, que se utilizó especialmente en el calendario titulado <>, no pudo ser recuperado, ya que había sido robado del despacho del fotógrafo." (. MOORE, 1987, 104-105)

En la actualidad, este tipo de imágenes no provocarían ni el revuelo, ni los problemas que le trajeron a Marilyn cuando fue famosa. Desde luego, la necesidad de cobrar los cincuenta dolores que le pagaron fue un buen motivo. Pero, sin su natural exhibicionismo, no habría posado de esta forma. Según Kelly, Marilyn "era graciosa como una nutria, que se movía con total naturalidad. Todas sus represiones se desvanecían apenas se quitaba la ropa."(MAILER, 1973, 81)

Sus comienzos en el mundo del cine fueron difíciles y cuando tuvo problemas siempre regresó a la fotografía, donde era una reina indiscutible:

"De modo que vuelve a lo que siempre dominará: la cámara fija. Y es la mascota perfecta de la galería de retratos de la Twentieth Century, donde los fotógrafos trabajan con starlets. Celebran el regreso de Marilyn. Ella retoma el mismo lugar que había comenzado tres años atrás, y sus fotografías publicitarias empiezan a inundar nuevamente millares de salas de redacción. Su rostro se impone. Irreprimiblemente, ella suspira al oído del hombre que mira la foto: "Si tienes suerte, podrás ligar conmigo señor Encanto'"( MAILER, 1973, 90-91)


III. 4 P. Halsman y Milton Green

Según Eve Arnold,(1987, 3), la portada de LIFE en 1952 que le tomó Philippe Halsman, uno de los mejores retratistas de mediados de siglo, la transformó en una estrella.

En 1953 Marilyn conoció al fotógrafo Milton Green a través de una sesión que tuvieron para portada para la revista LOOK. Milton era un cotizado fotógrafo de moda de Nueva York, y le acabó haciendo una interesante oferta cinematográfica. Del negocio, Milton no saldrá muy bien parado, pero durante el tiempo que duró su relación profesional y artística, Milton supo captar hábilmente la fotogenia de Marilyn. Posiblemente es la serie de fotos más sensuales que he visto de Marilyn.

III.5.- Sus últimas fotografías. Sus últimos desnudos

Al final el círculo se vuelve a cerrar. En sus últimos años Marilyn vuelve a buscar ansiosamente la cámara fija. Pero en esta ocasión, posa de forma abiertamente exhibicionista. Tal vez intentando demostrar al mundo y a ella misma su extraordinaria fotogenia. O tal vez, simplemente es muy consciente de que los conceptos morales están cambiando, y que la década de 1960, no es lo mismo que los tiempos de la postguerra Hay que destacar una escena con C. Cable en la película Vidas rebeldes, la sesión de desnudo en la piscina con Larry Schiller y la sesión con Bert Stern.

La propia Marilyn confesaría en una entrevista a W. J. Weatherby lo siguiente, "¿Dónde estaría yo si no fuera por eso? En un calendario. ..desnuda.- Hizo una mueca-. [Cómo sorprendía antes aquello a algunos del estudio! Y ahora parece una cosa normal. Me divertía hacerlo. Tengo una relación muy estrecha con mi cuerpo porque lo cuido. No lo maltrato. Pero a veces me ciego por él. Estoy demasiado pendiente de él. Cuando vienen los fotógrafos es como si me mirara en un espejo. Ellos creen que me manipulan a su gusto, pero yo los uso como me conviene. Es necesario en el mundo del cine, pero a veces lo detesto. Aunque una lo demuestre. Podría arruinarme. Necesito su benevolencia. No soy idiota. Arthur solía ayudarme con las fotografías separando las malas. Desde luego, eran malas las que no me hacían aparecer guapa." ( WEATHERBY, 1978, 180-181.)

Según N. Mailer; "Marilyn siempre ha tendido al desnudo. Ciertamente, no ha sido modelo en balde, ni 'quería desesperadamente erguirse desnuda para que Dios y todos me vieran', ni tenía su calendario con el desnudo, ni las sesiones de desnudo con unos pocos fotógrafos, ni un seno en Vidas Rebeldes, no había hecho todo eso en balde. Tal vez mientras uno se arrastra hacia un estado próximo a la locura, haya un impulso de exteriorizar los contenidos internos, invertir los hábitos, sacudirse las ropas, la moral y la relación de uno con el tiempo. ¿Acaso la psicosis, como la muerte, se retira hacia el pasado?" (MAILER, 1973, 213.)

La famosa sesión de la piscina, se realizó apenas dos meses antes de su muerte, mientras rodaba su inacabada película Somethings Got to Give:

"Llega al estudio el día que tiene que hacer una escena de natación, y se queda en la piscina horas enteras a pesar del virus, como si un poco de las competividad de la familia Kennedy se le hubiera metido en el cuerpo, y le mostrará a Elizabeth Taylor quién puede ser el centro del mundo femenino en publicidad. Allí, con los fotógrafos Larry Schiller y Billy Woodfield en representación de las revistas, y con todo el equipo de filmación, se quita el traje de baño color piel que ha estado usando para simular que estaba desnuda, y salta varias veces a la piscina, siendo fotografiada realmente desnuda, para todo el mundo...Nunca se la ve más dueña de si misma que en la fotografía tomada por Larry Schiller que la muestra con una pierna encaramada al borde de la piscina y el demonio del orfanato en los ojos. Está por salir del agua, ¿pero quién puede saber qué hará después." (MAILER, 1973, 221-225)

Las fotografías que le tomó por B. Stern pocos meses antes de su muerte son particularmente impresionantes. Marilyn posó semidesnuda, mostrando una explendida madurez, y enseñando una cicatriz en el abdomen. Marilyn se muestra simpática y encantadora. Desde luego, continua despertando una poderosa atracción sexual. Su imagen ya no es la de una jovencita, pero continuaba muy atractiva, resulta difícil aceptar que Marilyn pudiera sentirse realmente preocupada por la pérdida de su belleza.

Pero tal vez mi juicio no sea correcto, y me deje llevar por la mentira implicita de la fotografía glamour. Tal como dice W. J. Weatherby:

" Mientras me acercaba pude ver los cambios que había en ella. Su cuerpo había perdido parte de la forma y de la savia de la juventud. En su rostro faltaba parte de la rotundidad de sus rasgos. La piel parecía más pegada a los huesos, menos brillante que cuando estaba sana. Había en su torno un aura de debilidad y apagamiento. Esta vez estaba aún poco maquillada, lo cual no ocultaba la tirantez de sus rasgos, y ella debía saberlo. He leído descripciones de personas que la vieron en las semanas que precedieron a su muerte e insisten en que estaba de buen ánimo y con buen aspecto. Pero yo no podía creer que hubiera cambiado tanto la mujer que estaba viendo. Algunas de las últimas fotografías mostraban cómo su cuerpo había empezado a deslizarse hacia la edad madura, por más que ella sólo diera el visto bueno a aquella en que creía tener buen aspecto. Un fotógrafo dijo que el cuerpo de Marilyn se había hecho 'maduro' añadiendo que Marilyn parecía trágicamente ciega ante el acontecimiento. Quizá a la manera de Narciso, necesitaba esas sesiones fotográficas , no podía socavar su confianza en sí misma admitiendo ciertas cosas: pero estoy seguro de que era consciente del cambio. Mi última conversación con ella así lo demuestra. La madurez ya se acercaba, ella no era fuerte y demasiadas complicaciones personales de naturaleza peligrosa amenazaban con debilitarla todavía más." (WEATHERBY, 1978, 232-233)

Sobre el tema de las fotos de Bert Stern, Eve Arnold nos comenta lo siguiente: "Los originales en color que Bert Stern le había enviado para su aprobación (pero se había quedado con las dos terceras partes de los mismos) le afectaron tanto que antes de devolverlos los desgarró y mutiló con un objeto puntiagudo, posiblemente con una horquilla. Hablando de la reacción de Marilyn ante las fotos, Bert Stern escribió; <>. A pesar de todo, él las publicó."(ARNOLD 1987, 141)

IV.- Marilyn Censora

Desde luego su actitud ante las fotos de Stern fue extrema, pero su voluntad de controlar las fotos que le hacían fue una constante en su carrera. Eve Arnold, 1987, s. 133-136, nos refiere su amarga experiencia para que Marilyn les aprobara las cientos de fotos que ella y sus compañeros de la agencia Magnun le tomaron durante el rodaje de Vidas Rebeldes y en una sesión de estudio. Arnold tardó una semana en convencer a Marilyn de que había que seleccionar más fotos. Marilyn sólo aceptaba una o dos de cada rollo de 36. y "se basaban en un sólo criterio: que Marilyn estuviera maravillosa" (ARNOLD, 1987, 133. Al parecer, Marilyn no comprendía que "un ensayo visual no él solo una serie de fotos bonitas, es el registro de las emociones, de una situación de un momento. A menudo una foto menor actua como nexo entre dos fotos mejores, creando así una entidad única. "(ARNOLD, 1987, 133)

Y es que Marilyn, por desgracia, no había recibido una formación académica sobre los principios técnicos y estéticos del lenguaje fotográfico: "... Marilyn no sabía nada de la cámara más allá de que fuera una gloria. La tecnología no era para ella, que trabajaba por instinto, y su instinto le servia bien. No necesitaba saber de tecnicismos. Sabía que podía crear lo que alimentaba a la cámara y era esa su especial habilidad. Lo que utilizaba era lo imprevisible de si misma. Lo que ella tenía que ofrecer no podía enseñárselo nadie; no existen reglas y si hubieran existido ella las hubiera roto". (ARNOLD, 1987, 28)

"Cuando los fotógrafos tomaban placas para las revistas, ella misma actuaba como censor, y lo era de modo cruel. Había establecido cómo quería mostrarse y no dejó pasar ni una fotografía que no hiciera total justicia a la superestrella. Yo estaba presente en una ocasión en que un fotógrafo le tomó unas cien fotografías; ella rompió todas menos diez. Era muy exigente en lo que al mercado de su imagen se refería, mientras que otro aspecto de su persona pugnaba por salir de ello. Esto explica, creo, la extraordinaria sutileza de sus actuaciones como rubia de Hollywood, hermosa pero estúpida; podía dar la actuación que se esperaba de ella aparentando a la vez que se ría de sí misma como chica bonita". (WEATHERBY, 1978, 17)

"Un recadero trajo luego una carpeta de fotografías publicitarias en color que ella debía aprobar; las rechazó todas. El recadero se fue desilusionado". (WEATHERBY, 1978, 77)

Me da la impresión de que Weatherby no acaba de entrar en el mecanismo de las modelos publicitarias y las estrellas de cine. Cualquier fotógrafo que tenga un poco de experiencia en el tema podrá comprobar como después de realizar una sesión de unas 100 fotos a una modelo un poco experimentada, está no aprovechará más allá de tres o cuatro, y en ocasiones una o ninguna. El mundo de las modelos y actrices es muy duro y la importancia de la imagen es capital. El fotógrafo puede llegar a desesperarse, lo se por experiencia. De esta forma, creo que la actitud de Marilyn como censora de fotos está dentro de la normalidad.

Epílogo

No es posible acabar el trabajo sin hacer referencia somera a tres fotógrafos que se enfrentaron a Marilyn y apenas han sido citados en mi trabajo; Arnold Newman, Richard Avedon y Cecil Beaton. Por las fotos que he visto, Beaton se mantiene fiel a su estilo. El cambio, Avedon y sobre todo Newman, abandonan su forma habitual de trabajar. Newman abandona su aparatosa cámara de placas y se pasa al 35 mm consiguiendo unos negativos granulados y unas tomas que reflejan un aspecto más bien decadente de Marilyn. En la conferencia que Arnold Newman dio en el Instituto de Estudios Norteamericanos de Barcelona, en la Primavera fotográfica de 1990, le pregunté sobre sus fotos a Marilyn. Newman me contestó que sobre Marilyn se había fraguado un mito, y que en realidad era una persona más bien triste y tremendamente insegura. Según Newman, Marilyn estaba dominada por un complejo de inferioridad que le llevó a la tumba.

Bibliografía

Almendros, Nestor Cuestiones de Fotogenia, El País semanal, 3 de mayo de 1987.
Arnold, Eve, Marilyn Monroe, Un homenaje de Eve Arnold, Mondadori, Verona, 1987.
Mailer, Norman, Marilyn Una biografía. Mondadori, Milán, 1973.
W. J. Weatherby, Conversaciones con Marilyn, Gedisa, Barcelona 1978.
Capote, T, Música para Camaleones, Ed. Bruguera, Barcelona, 1984
Gasca, Luis, Marilyn Monroe: Toda la verdad. Ed. Plaza y Janés. , Barcelona, 1987
Gasca, Luis, Una Pin-Up llamada Marilyn: Play Boy, nº97, Enero de 1987 (30-35)
Moore, Richard Marilyn Monroe. Su vida, sus amores y su muerte.. Ed. Gaviota, Barcelona, 1987
Bevis Hilher, Victorial Studio Photographs, Boston 1976
Gilardi, Ando Storia sociale della fotografia, Milán, 1976
Beaton, Cecil, y Buckland. The Magic Image, (1975), Verona. 1989,
Sagne, Jean, L'atelier du photographe. París, 1984
Freund, Gisèle. La fotografía como documento social. Gustavo Gili, Barcelona, 1974.
Buckland, Gail First Photographs, MacMillan. New York, 1980, pág. 237
Kobal, John, Film-Star Portraits of the Fifties. Dover, New York, 1980
Fahey, D ,y Rich, L. MASTERS OF STARLIGHT, Columbus Books, London 1988
Gubern, Román,. Historia del Cine, Barcelona, 1975.
Walters., Thomas, Nudes of the 20s and 3s, London 1976,
The focal encyclopedia of photography . Focal Press, London,1982
The Cassell Paperback English Dictionary, Londres.1990,



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