miércoles, 24 de febrero de 2010

La muchacha dorada

Una introducción a la fotografía teatral hacia 1980

El oro ha sido desde tiempo inmemorial el metal precioso por excelencia. Su posesión ha sido un signo de poder y de riqueza, y un símbolo de eternidad y de belleza. El ser humano siempre ha valorado particularmente aquellos objetos, e incluso seres vivos, que de alguna manera recuerden el brillo del preciado metal.
Posiblemente el mito de LA MUCHACHA DORADA y el de EL DORADO son los que mejor representen la obsesión del hombre por el oro. En cierta ocasión el mito de LA MUCHACHA DORADA pasó de la literatura a un escenario teatral, y allí fue fijada para la posteridad por un fotógrafo novato en el teatro del Casal Catòlic de Sant Andreu en Barcelona

En el escenario el grupo madrileño TABANO representaba SE VIVE SOLAMENTE UNA VEZ, un montaje basado en la novela del llorado Manuel Vázquez Montalbán, CUESTIONES MARXISTAS. La adaptación teatral utilizaba un lenguaje literario y teatral totalmente surrealista, e intentaba realizar una paranoica masturbación intelectual entre el Materialismo Histórico y la filosofía del absurdo de los hermanos Marx: Gourcho Marx hacía las veces de Maestro de ceremonias, Carlos Marx representaba el papel del hijo pródigo, y la MUCHACHA DORADA era la obsesiva e inalcanzable musa que polarizaba la atención de todos.
La búsqueda de la muchacha dorada se había transformado en una auténtica obsesión, pero la moza en cuestión no aparecía por ninguna parte. El público vibraba, los actores enloquecían y el fotógrafo deliraba. Fue entonces cuando los hermanos Marx saltaron del escenario e intentaron febrilmente localizar a LA MUCHACHA DORADA entre el público. De repente los hermanos Marx se detuvieron y Harpo sacó de su gabardina una hermosa joven que sonreía sorprendida. Casualmente un cañón de luz iluminaba aquella escena. No perdí el tiempo. Me acerqué rápidamente y tomé lectura de las altas luces y de las zonas oscuras. Encuadré lo mejor que pude, enfoqué y disparé a 1/60 f.2.8, a través de un objetivo de 50 mm. f.1.4 de mi entonces nuevecita CANON A1. La película era TRI-X expuesta a 3.200 ASA. El negativo fue relevado con HC-110 y positivado de dos formas, en su versión original-encuadre horizontal- y con reencuadre vertical para destacar el cañón de luz. En ambos casos tuve que efectuar reservas, y en un principio obtuve los mejores resultados con Brovira speed nº 2. Posteriormente también obtuve buenos resultados con Ilfordspeed Multigrade II con un filtraje de Y60 en el cabezal Meocrhom de una Opemus 5.
En la década de los ochenta la fotografía teatral era para mi uno de los más importantes medios de investigación y expresión fotográfica. En la parte teórica intenté hacer una tesis de licenciatura en Historia. Hablé del tema con gente como Xavier Fàbregas y Ricard Salvat. Pero la investigación no salió como yo esperaba. Al final mi tesina trató sobre las primeras fotografías médicas en el Hospital e la Santa Cruz de Barcelona.

A nivel práctico llegué un poco más lejos colaborando con varios grupos de teatro y muy especialmente con los “carajillos de teatro” Con mis fotos intentaba traducir el arte del teatro en lenguaje fotográfico de la manera más creativa posible. También trataba de obtener imágenes que resultasen útiles a la compañía teatral para su archivo personal, control de la actuación y promoción. Para conseguirlo trataba de dominar la fotografía instantánea con luz ambiente. También intentaba estar informado sobre la función que se va a fotografiar (no vale asistir solamente al ensayo general o al estreno). A través de la asistencia a los ensayos, lectura del guión, conversaciones con actores, directores y técnicos podremos entender mejor la obra, y de esta manera obtener mejores fotografías. Hay que estar al día de las novedades técnicas que puedan aplicarse a la fotografía del espectáculo. La fotografía digital ha sido una revolución muy positiva. Los sensores digitales permiten trabajar con muy bajos niveles de luz. Las posibilidades de retoque son casi infinitas… Creo que lo mejor es utilizar cámaras no réflex para evitar ruido, vibraciones y polvo. Con cámaras como la Canon G11 se pueden hacer buenos trabajos. Si tienes mucho dinero puedes comprarte una Leica digital m8, no es mi caso.